Rou Jia Mo: ¿Un bocadillo picante que se deshace en la boca y te transporta al corazón de Ankang?

El Rou Jia Mo, también conocido como “pan plano de carne”, es un plato emblemático de la cocina de Ankang, una ciudad ubicada en la provincia de Shaanxi, China. Este manjar callejero combina una textura crujiente con un relleno jugoso y especiado, creando una experiencia culinaria única que deleita el paladar.

La historia del Rou Jia Mo se remonta a la dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.), cuando los campesinos utilizaban pan plano para envolver carne de cerdo asada. Con el paso del tiempo, la receta evolucionó, incorporando ingredientes adicionales y técnicas de cocción más refinadas.

Hoy en día, el Rou Jia Mo es un plato omnipresente en Ankang. Los vendedores ambulantes y pequeños restaurantes lo ofrecen a cualquier hora del día, convirtiéndolo en una opción popular para el desayuno, almuerzo o cena.

Desmenuzando la magia: los componentes esenciales

El secreto de un buen Rou Jia Mo reside en la calidad de sus ingredientes y la maestría con la que se preparan. Analicemos cada componente:

• El pan (Mo):: Se trata de un pan plano sin levadura, similar a un pita pero más crujiente. La masa se elabora con harina de trigo, agua y una pizca de sal. Tras amasar y formar las piezas, se hornean en hornos tradicionales de leña, lo que les confiere un sabor ahumado característico. El resultado es un pan suave por dentro y crujiente por fuera, perfecto para contener la generosa porción de carne.

• La carne (Rou): La carne protagonista suele ser cerdo, aunque también se puede utilizar cordero o pollo. Se corta en pequeños trozos y se marina en una mezcla de especias que incluye pimienta de Sichuan, jengibre, ajo, anís estrellado, cilantro y soja. Esta marinada imbuye a la carne de un sabor intenso y picante.

La carne se cocina tradicionalmente a fuego lento en una olla de barro, lo que permite que los sabores se fundan y la textura se vuelve tierna y jugosa. En algunos lugares, la carne también se asa a fuego abierto, creando una capa crujiente por fuera y un interior suave.

El arte del montaje:

Una vez cocida la carne, se desmenuza con dos tenedores y se mezcla con un poco de caldo de cocción para mantenerla húmeda. El pan se abre cuidadosamente por la mitad sin separarlo por completo, formando una especie de bolsillo. La carne desmenuzada se coloca dentro del pan, generando un contraste textural irresistible.

Variaciones regionales:

Si bien el Rou Jia Mo clásico se prepara con carne de cerdo, existen variaciones regionales que incorporan otros ingredientes:

• Rou Jia Mo con verduras: Algunos vendedores añaden una mezcla de verduras como col china, cebollas verdes y zanahorias picadas a la carne desmenuzada.
• Rou Jia Mo picante: Para los amantes del picante, se puede agregar chile rojo en polvo o salsa de chile a la carne durante la cocción o al momento de servir.
• Rou Jia Mo con huevo: En algunas regiones, se añade un huevo frito encima del Rou Jia Mo, aportando una textura cremosa y un sabor adicional.

Una experiencia sensorial completa:

Más allá de su delicioso sabor, el Rou Jia Mo ofrece una experiencia sensorial completa. La combinación de la textura crujiente del pan con la carne jugosa y especiada es simplemente irresistible.

Al morderlo, los sabores explosian en tu boca: el picante de la pimienta de Sichuan se mezcla con la dulzura del jengibre y el umami de la soja. La carne se deshace fácilmente, creando una experiencia suave y reconfortante.

Un viaje gastronómico a Ankang:

Probar un Rou Jia Mo es embarcarse en un viaje culinario a Ankang. Es una explosión de sabores que te transportará a las calles bulliciosas de esta ciudad china. Su sabor auténtico y su fácil accesibilidad lo convierten en un plato ideal para descubrir la riqueza de la gastronomía china.

El Rou Jia Mo no es solo un plato, es una experiencia. Una tradición culinaria que se transmite de generación en generación, un símbolo del sabor auténtico de Ankang. Así que la próxima vez que tengas la oportunidad, no dudes en probarlo. ¡Te aseguro que no te arrepentirás!